domingo, 28 de agosto de 2011

Poema


Creo que a todos nos ha pasado
Una melodía que hace memoria
De lo que un día fue una bella historia
Una lagrima por aquel ser amado.

Ver la luna y tu reflejo en ella
Sentir la brisa y recordar tu caricia
Esto yo no me lo merecía
Pero aprendí que sin ti la vida es bella.

Ayudame a perdonarte
Como un águila quiero ser
Anhelo la felicidad, sin la sombra de ti mujer
Alguna vez me extrañaste? 

Dios  me envió a la tierra para amarte
Un angel en sus alas te protegió
Luego nací yo
Nunca dejaré de recordarte.

Escrito por  Z.P.C.

La caricia que duele es la que nunca se recibió


Creo que a todos nos ha pasado
Una melodía que hace memoria
De lo que un día fue una bella historia
Una lagrima por aquel ser amado.

Ver la luna y tu reflejo en ella
Sentir la brisa y recordar tu caricia
Esto yo no me lo merecía
Pero aprendí que sin ti la vida es bella

Ayudame a perdonarte
Como una blanca nube quiero ser
Anhelo la felicidad, sin la sombra de ti mujer
Olvidar que me lastimaste

Dios  me envió a la tierra para amarte
Un angel en sus alas te protegió
Luego nací yo
Nunca dejaré de recordarte.


Es algo que escribí para una actuación


Niño en la calle
Había una vez un pequeño de 9 años de edad a quien sus penas no lo abrumaban a pesar de todo conservaba la alegría y la esperanza, su madre doña Pancracia lo enviaba a pedir dinero si nadie le daba lo golpeaba y a la calle lo arrogaba, bajo las estrellas o en el crudo invierno Monchito nunca descansaba. Un día como todos los demás, el pobre niño se puso a soñar, su alma puso a volar, decía con voz afanosa:- algún día yo tendré una camita suavecita, una almohada y cobija calientita, me comeré una hamburguesota del tamaño de un edificio, me crecerá la pansota, me beberé una jumbo yo solito, tendré ropa y estaré muy limpito- de repente lo interrumpió su amiga Maria Dolores con una carcajada le pregunto:-¿con quien estas hablando vos? Será que loco te esta volviendo la fiebre y la tos. Monchito respondió:-Yo estoy hablando con Dios, ¿el ama a los niños acaso no sabes vos? – la niña solo se sonrió, le dijo que había mucha gente en la tercera avenida y así ese día tendrían comida. Se fuerón hacia aquel lugar y Monchito por un momento de su amiga se separo, en una esquina se sentó, venia una señora glamorosa, lo ignoro ni un centavo saco a pesar que el dinero lo derrochaba nunca a un menesteroso ayudaba, luego paso un padre con su hijo el cual se quejaba porque su ropa nueva no le gustaba, su padre le dijo:-mira a este pobre niño, con su rota vestuario, con hambre y de aspecto cansado- aún así aquel padre no le dió ni una moneda al pequeño necesitado, aquel consejo quedo ignorado porque lo que dijo con palabras sus hechos no lo demostraron. Luego paso un ministro de Dios, el cual viendo al niño solo dijo:-Dios te bendiga- pero no le dio ni un Lempira para llenarle la barriga. El pequeño ya estaba sin fe ni esperanza, a marcharse iba cuando vió venir a un joven, el cual le dijo:-¡hey niño ven!-Monchito se acerco con temor y le joven le dijo que el lo invitaría a comer, juntos se fuerón al parque el pequeño parecía correr, aquel joven le pregunto su nombre a lo que Monchito respondió: -José Ramón Cruz Paz- el joven sorprendido grito:-¡No puede ser! ¡No puede ser!- Monchito se asusto y en escabullirse pensó, pero el joven lo noto y le dijo:-Cuando mi madre murió, mi padre tuvo un hijo con otra señora, ella mucho me goleo, la dejo, mi hermano tiene tu edad, hace 5 años mi papá lo busca porque su mamá no se lo quiso entregar, Mi padre se llama José Ramón Cruz, soy tu hermano mayor, desde hoy en adelante yo te protegeré mi padre estará feliz cuando vea que te encontré. Monchito sorprendido y confundido no supo que contestar, a su casa quería regresar, le dijo que le preguntaría a mamá, se fue y al entrar a casa doña Pancracia un garrote tomo e iba a ocurrir una desgracia pero aquel pequeño corrió como si tuviera alas en vez de pies, volvió con su hermano y con su padre creció, en la escuela fue el mejor y al ser un joven jamás a los necesitados olvido. 
Moraleja: hay personas que lo tienen todo y no dan nada al necesitado, hay otros que dan conejos pero ellos no lo ponen en practica, algunos solo dan la imagen de ser compasivos pero carecen de misericordia, en cambio habemos personas que sabemos que todos en esta tierra somos hermanos e hijos de un mismo padre y debemos ayudar. No son niños de la calle porque no pertenecen a ella, están sufriendo en la calle, pero tu en sus vidas puede hacer la diferencia

Es algo que escribí para una actuación


Niño en la calle
Había una vez un pequeño de 9 años de edad a quien sus penas no lo abrumaban a pesar de todo conservaba la alegría y la esperanza, su madre doña Pancracia lo enviaba a pedir dinero si nadie le daba lo golpeaba y a la calle lo arrogaba, bajo las estrellas o en el crudo invierno Monchito nunca descansaba. Un día como todos los demás, el pobre niño se puso a soñar, su alma puso a volar, decía con voz afanosa:- algún día yo tendré una camita suavecita, una almohada y cobija calientita, me comeré una hamburguesota del tamaño de un edificio, me crecerá la pansota, me beberé una jumbo yo solito, tendré ropa y estaré muy limpito- de repente lo interrumpió su amiga Maria Dolores con una carcajada le pregunto:-¿con quien estas hablando vos? Será que loco te esta volviendo la fiebre y la tos. Monchito respondió:-Yo estoy hablando con Dios, ¿el ama a los niños acaso no sabes vos? – la niña solo se sonrió, le dijo que había mucha gente en la tercera avenida y así ese día tendrían comida. Se fuerón hacia aquel lugar y Monchito por un momento de su amiga se separo, en una esquina se sentó, venia una señora glamorosa, lo ignoro ni un centavo saco a pesar que el dinero lo derrochaba nunca a un menesteroso ayudaba, luego paso un padre con su hijo el cual se quejaba porque su ropa nueva no le gustaba, su padre le dijo:-mira a este pobre niño, con su rota vestuario, con hambre y de aspecto cansado- aún así aquel padre no le dio ni una moneda al pequeño necesitado, aquel consejo quedo ignorado porque lo que dijo con palabras sus hechos no lo demostraron. Luego paso un ministro de Dios, el cual viendo al niño solo dijo:-Dios te bendiga- pero no le dio ni un Lempira para llenarle la barriga. El pequeño ya estaba sin fe ni esperanza, a marcharse iba cuando vió venir a un joven, el cual le dijo:-¡hey niño ven!-Monchito se acerco con temor y le joven le dijo que el lo invitaría a comer, juntos se fuerón al parque el pequeño parecía correr, aquel joven le pregunto su nombre a lo que Monchito respondió: -José Ramón Cruz Paz- el joven sorprendido grito:-¡No puede ser! ¡No puede ser!- Monchito se asusto y en escabullirse pensó, pero el joven lo noto y le dijo:-Cuando mi madre murió, mi padre tuvo un hijo con otra señora, ella mucho me goleo, la dejo, mi hermano tiene tu edad, hace 5 años mi papá lo busca porque su mamá no se lo quiso entregar, Mi padre se llama José Ramón Cruz, soy tu hermano mayor, desde hoy en adelante yo te protegeré mi padre estará feliz cuando vea que te encontré. Monchito sorprendido y confundido no supo que contestar, a su casa quería regresar, le dijo que le preguntaría a mamá, se fue y al entrar a casa doña Pancracia un garrote tomo e iba a ocurrir una desgracia pero aquel pequeño corrió como si tuviera alas en vez de pies, volvió con su hermano y con su padre creció, en la escuela fue el mejor y al ser un joven jamás a los necesitados olvido. 
Moraleja: hay personas que lo tienen todo y no dan nada al necesitado, hay otros que dan conejos pero ellos no lo ponen en practica, algunos solo dan la imagen de ser compasivos pero carecen de misericordia, en cambio habemos personas que sabemos que todos en esta tierra somos hermanos e hijos de un mismo padre y debemos ayudar. No son niños de la calle porque no pertenecen a ella, están sufriendo en la calle, pero tu en sus vidas puede hacer la diferencia

Datos para la bitácora (21-28 de Agosto)

ya cas termina todas las exposiciones de las épocas literarias,comenzando por el griego latino, la época medieval, el barroco y el neoclásico he aprendido como el arte fué evolucionando